- Periódicamente limpia tus muebles y/o elimina con un paño suave y seco o húmedo, el polvo en cada una de sus superficies.
- No utilices líquidos que puedan cambiar el tono de la superficie del mueble, así podrás proteger la madera y mantener su color por más tiempo.
- De vez en cuando vacía tus muebles para que revises rasguños, señas de humedad o simplemente para darte cuenta si debes ajustar algunas piezas.
- Evita la exposición al sol, tener contacto con la humedad y/o derrames de agua directo.
- Si derramas líquido, sécalo inmediatamente para que no quede manchado el mueble.
- Evita ponerles más peso del adecuado y objetos calientes sobre ellos; trata de usar siempre elementos de protección como portavasos, individuales, manteles, entre otros.
No olvides ajustar las piezas antes usar; cuídalos y límpialos diariamente, verás lo fácil y rápido que es hacerlo.
Que cuidarlos sea una tarea de todos, para que siempre luzcan como nuevos.
Muebles ¡perfectos! para toda la familia.